Los eventos como generadores de experiencias en el desarrollo los negocios

Por Felipe Reyes Barragan

- hace 4 años

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Hoy el panorama pinta sombrío, con las cancelaciones, los vuelos detenidos, los aislamientos y la economía , los eventos, el sector tendrá, tiene que reinventarse  para subsistir y cuando esto pase, que pasará, aprovechar la experiencia que esto nos está dejando generar experiencias que inclinen la decisión de compra de un prospecto o comprador, de entre una lista de opciones que seguro en cuanto puedan, saldrán al mercado, unos, con precios de risa, otros, con promociones o cortesías, y otros tantos, los pocos, con experiencias únicas. Esta se ha convertido en una labor compleja e interesante, pues cada vez, es necesario innovar pero también buscar en la esencia del negocio y del producto para lograr la preferencia de compra.

Los eventos son una de las herramientas básicas y fundamentales en la generación de experiencias siendo fundamentales en el marketing experiencial, pues cuando son bien organizados, son actividades que generan en el público emociones, sensaciones y por ende, experiencias que trascenderán en el tiempo y quedarán arraigadas como  un recuerdo y es posible que termine generando una marca.

Cuéntame, ¿qué imagen genera en tu mente cuando lees  “Starbucks” o “Formula 1”? Seguramente en tu mente se agolparon recuerdos y sensaciones, positivas y negativas, bueno, eso mismo sucede con los eventos, que como ejemplificamos, son conductores no solo de experiencias, sino de marcas globales que conjuntan los servicios de un destino así como de sus actores principales. Imagínate ahora que piensa la futura novia que al escuchar hablar de Miami llega a ella un dejo de tristeza y vacío porque no pudo viajar ni casarse en dicho destino que planeó durante meses y que  ante la contingencia tuvo que cancelar . Bueno,  recuperar el branding y superar las percepciones que sobre un sitio o servicio se tengan será unos de los factores que nos permitan seguir y sobresalir adelante y para ello  no solo hay que generar estas experiencias a través de eventos, hay que hacer el análisis del grado de satisfacción y percepción, por supuesto,de los usuarios sobre sus experiencias y visitas que a la postre genera una valiosísima información de la interpretación, apropiación, uso y de los servicios consumidos, al hacerlo, entramos entonces en la economía de la experiencia, donde  el cliente o usuario se identifica con productos, servicios, marcas y organizaciones que le produzcan experiencias memorables y significativas bajo seis dimensiones: Interacción, coherencia, intensidad, duración, detonadores sensoriales y cognitivos y significancia.

Importante es entender que estos conceptos no son nuevos, desde el año 1999, Bernd Schmitt , en el libro Experiential Marketing, menciona “El cliente ya no elige un producto sólo por la ecuación del coste beneficio, sino por la vivencia que ofrece antes y durante su consumo”. El mundo de las experiencias no es algo nuevo.

El reto para las empresas es crear conexiones emocionales entre ellos (destinos – productos)  y las personas (clientes, usuarios).

Traducido en otras palabras, ¿si tu empresa y/o producto fuera una persona, que valores y atributos comunicaría? y lo más importante ¿Que comunica ahora mismo?

AUTOR: Felipe Reyes Barragan

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