Cinco errores de belleza que las novias cometen antes de la boda

Por Micaela Vuletin

- hace 4 años

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Tú también caíste en alguno? Si no te has casado todavía, ¡aún estás a tiempo!

Con tanto tiempo para planificar y decidir cómo será nuestro look de novia, parece imposible que nada pueda fallar de cara al gran día, que nada se nos escape de las manos. Por lo general, tenemos tiempo de sobra para buscar, documentarnos, asesorarnos, seleccionar y probar todo tipo de looks y tratamientos para estar radiantes en el día en el que todo el mundo espera que lo estemos. Pero no siempre acertamos y tendemos a caer en algún error común en las fechas próximas a la boda.

Y es que tendemos a retrasar demasiado los tratamientos de belleza que queremos hacernos para estar radiantes el día de nuestra boda, con la falsa creencia de que cuanto más próximos estén al día en cuestión, más visibles serán sus efectos. Pero, en muchos casos, puede ocurrir justo al contrario.

Teñirse días antes de la boda

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Es una mala idea por diversas razones. Por un lado, no es nada recomendable si buscamos un cambio de look con una coloración nueva, una técnica diferente a la que nos han aplicado siempre o un tono distinto. El resultado puede ser poco favorecedor y contaremos con muy poco margen para arreglarlo, si es que esto es posible.

Por otra parte, podemos pensar que si vamos a actualizar nuestro look habitual para que las mechas o el color estén impecables no hay ningún riesgo en acudir al salón de peluquería días antes de la celebración. Pero lo cierto es que, por una parte, las mechas asientan su tonalidad unos días después de ser aplicadas y siempre es recomendable tomar la precaución de aplicarlas con margen por si sucede algún desastre inesperado. Por ejemplo, si hay que matizarlas o combinarlas con otro tono para mejorar el resultado.

En definitiva, los días de antes de la boda no son los adecuados para actualizar nuestra coloración, especialmente si queremos hacer algún cambio. En ese caso, lo mejor que realizarlo de manera progresiva en los meses previos para que el día de la boda estemos perfectas y encantadas con el resultado.

Saltarse la prueba de peinado

saltarse prueba peinado

Especialmente si eso nos obliga a viajar, puede suponernos un trastorno y un coste extra. Pero debemos pensar que el peinado debe estar bien ensayado de cara al gran día, porque no habrá margen para cambios ni pruebas en el día de la boda. Además, debemos tener en cuenta que el hecho de vernos antes con el peinado que llevaremos nos hará ganar seguridad y nos permitirá visualizar el look completo para que se ajuste a los que buscamos.

De hecho, es aconsejable realizar la prueba de peinado con el adorno o velo que vayamos a lucir, para que el resultado sea lo más parecido posible al del gran día. Así que, sí, es una inversión muy recomendable.

No tener en cuenta tu vestido

vestido-novia

Un elemento del look en el que hemos invertido tanto condiciona sin duda el maquillaje y el peinado de cara al gran día. Por un lado, para lograr coherencia y, por otro, para poder lucir el vestido en todo su esplendor. Por ello es conveniente que nuestro estilista conozca las característica del diseño para que pueda aconsejarnos que tipo de peinado y maquillaje encajará mejor.

En cuanto a esto, debemos tener en cuenta el tipo de escote del vestido (corazón, en «V», «halter», cerrado, redondo, cuadrado, etc.), el diseño de la espalda (cerrada, escotada), el estilo del diseño (clásico, innovador, informal,…) o lo recargado o sencillo de los detalles.

Probar nuevos productos o tratamientos

probar nuevos productos tratamientos

Aunque nos prometan resultados radiantes de cara al fía de la boda, es mejor abstenerse de probar nuevas formulaciones en los días previos. Porque podemos sufrir una reacción alérgica o, simplemente, obtener un mal resultado sin margen de maniobra. Por ejemplo, las novias propensas al acné pueden sufrir algún brote tras incorporar algún producto nuevo a su rutina de belleza.

Lo mismo sucede con los tratamientos de belleza. Si suponen una novedad o son ligeramente invasivos (como las inyecciones), mejor someterse a ellos el mes anterior a la boda para prevenir posibles reacciones alérgicas o efectos secundarios inofensivos, pero poco estéticos.

Someterse a un blanqueamiento dental

blanqueamiento dental

Es un tratamiento estético muy común entre las que van a pasar por el altar y podemos llegar a pensar que nada hay de malo en hacérselo la misma semana de la boda. Pero lo cierto es que uno de los efectos secundarios más habituales tras los blanqueamientos es la sensibilidad dental, un problema nada recomendable para disfrutar del día de nuestra boda. Además, para garantizar unos resultados duraderos tras el blanqueamiento los profesionales recomiendan no tomar alimentos ni comidas que puedan teñirlos, como cerezas, arándanos, remolacha, pimentón o salsa de tomate. Tampoco bebidas como el té o el café. Así que no es un tratamiento apropiado para los días previos a la celebración. Mejor dejar los blanqueamientos para meses antes de la boda, incluso repartidos en varias sesiones, según el consejo del profesional.

En definitiva la clave para no cometer errores de belleza antes de la boda es planificar los tratamientos con antelación suficiente para tener margen de maniobra y no probar nada nuevo en vísperas de la cita nupcial, por muchos beneficios que nos prometa.

Fuente: 

Dolores Trueba

Redacción Bulevar Sur

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